Días antes mirábamos al cielo dudosos del tiempo que nos haría, esa misma mañana recibí algún que otro mensaje que me decía algo así "Pili", que me va a llover" por parte de Laura ( la Novia) pero no menos preocupada estaba mi compañera de faenas pensando donde podíamos ir en el caso de que las lluvias nos sorprendiesen ¡¡ Que no se van a Lucir !! me decía, algo en mi sentía que no sería el caso.
Preparé mis cámaras ¡¡Oh Dios mío que tenemos photocall que no se me olvide nada!!
Preparada Pili hagamos esos 30 km con serenidad y calma
(me dije a mi misma puesto que los nervios salen por dos motivos trabajo y conducción)
Pero bien, al fin en Toledo con la compañía del SOL y un tráfico que mejor no recordar.
Manos a la obra Cristina y nos pusimos las dos a Trabajar, primero como siempre casa del novio, ante todo destacar la tranquilidad de el. Una familia detallista y aportando amor por todos lados. Unas miradas de cariño y ternura por parte de la madre y unas sonrisas y algún que otro apretón por parte de los hombres de la casa.
Vamos a la novia, "Pili ayúdanos" lo primero que escuche nada más entrar a la habitación, algún que otro altercado tuvieron (cosa que me guardo ssssshh es un secreto).
¡¡ Lista Laura !!, estaba preciosa, ¿qué destacar de ella? lo tenga claro, su sencillez. Ella es una de esas personas que la vida te pone en el camino y desde el primer momento la coges cariño, más de una fiesta hemos pasado juntas y siempre estaba guapa, pero este día resaltaba por encima de todos, una sonrisa preciosa y un brillo en los ojos que solo se ven en las novias el día de su boda.
Y aquí empezó todo, podía alargarme mucho más pero como dicen que una imagen vale más que mil palabras y en mi caso debe ser así, aquí os dejo un recorrido de esta bonita pareja que no solo nos une un reportaje de fotos, también una bonita amistad.
Muchas gracias Laura y Víctor.
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