Luis y Elena

Por circunstancias y casualidades, mi vida se volvió a cruzar con gente del pasado.

Una mañana de septiembre, en plenas fiestas y Vacaciones recibí una llamada de alguien que por circunstancias de mi vida conocí unos años atrás, ese tipo de personas a las que por los km no puedes ver diariamente pero con las que guardas un cierto recuerdo de cariño y aprecio, esta personas llamada Elena me comunica que han tenido un gran problema con el que se supone sería su fotógrafo de Boda y solo le quedan apenas 5 días para casarse. Yo ni corta ni perezosa acepto volver a esa tierra que en tan poco tiempo me dio tanto cariño ¡¡ VOLVERÉ A VER UNA VEZ MAS A TODO!!.

Así fue como empezó este reportaje.

Lo primero madrugar para marchar dirección las 5 Villas del Puerto el Pico, en Ávila, algo muy importante es salir con tiempo porque no se sabe lo que puede durar el trayecto, pero como me considero precavida, llegamos una hora antes, hora que me sirvió para reunirme con una de las familias más generosas que yo conozco, entre besos y abrazos me puse al día de todos ellos, la mejor noticia los dos nuevos embarazos de la familia.

Una vez llego la hora de ponerse a trabajar cual fue mi sorpresa que la familia del novio no me esperaban, jajaja esta Elena quiso engañar al novio y por lo que se vio a su familia también, pero sin problema porque una vez se preparo Luis, estaba perfecto y con percha de buen modelo, se presto encantado al pequeño reportaje.

Ahora toca la novia ¿donde estará su casa? con facilidad di con ella a pesar de mi preocupación, una Elena deslumbrante con sonrisa de oreja a oreja fue la que me recibo, fue una sesión perfecta y con mucha tranquilidad. 

Vamos a la Iglesia, ¿hablamos de cuestas en Toledo? las cuestas de Toledo no son nada para la que me tenían a mi preparado, menos mal que me dio por ir de bajo y no pensé en mis tacones que suelo gastar, a pesar de esta sorpresa, la ceremonia fue preciosa, unos novios sonrientes y encantados con su día.

Momento exteriores, uno de los sitios naturales más bonitos que yo he visto, hasta una ardilla se nos presento entre unas piedras. Unas vistas increíbles, por un lado todo verde y por otro las montañas que se dejaban ver con un sol directo. 

Todo marcho sobre ruedas, un viaje lleno de recuerdos, unas familias encantadoras, unos novios perfectos y un ambiente único, que solo la gente de esta zona sabe dar. 

Muchísimas gracias Luis y Elena por contar conmigo para este día y por hacerme volver a donde sé que se me quiere.